Ací teniu un poema que vaig escriure quan tenia 15 anys. Com veieu, el tren ha estat una constant en la meua obra:
El tren me espera, mas
hoy como siempre
partirá sin mí.
Hoy, mañana, ayer. Mi
tiempo
es el disecado paisaje
de un ansia contenida.
Los minutos, las horas,
todo se confunde
en una sucesión absurda
de instantes.
El tren me espera, para
llevarme
a ese suave y secreto
refugio
donde cielo, mar, luna
y arena se confunden
y así forman una
indivisible unidad.
Sin embargo, hoy como
siempre
partirá sin mí.
Yo lucho por destruir
los cristales de mi alcoba
y escapar, pero mis
manos de hueso y carne
son como todas las
manos: inútiles,
incapaces de atrapar lo
irreal.
Lejos, donde solo mi
mirada alcanza,
está mi anhelado
universo,
porque no tengo otra
obsesión
que la de forjar
imposibles.
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