diumenge, 22 de gener del 2023

ANTONIO MACHADO I "VILLA AMPARO"

Diumenge passat vaig visitar, a Rocafort, "Villa Amparo", que és el lloc on va residir Antonio Machado, en companyia de sa mare i altres membres de la seua família,  durant la Guerra Civil, entre desembre de 1936 i abril de 1938.

La vivenda va ser adquirida per la Generalitat l'any 2019 i alberga actualment una exposició que recull escrits, llibres, diaris, fotografies i objectes personals del gran poeta.

Com diu José Machado, en el seu llibre "Últimas soledades del poeta Antonio Machado. Recuerdos de su hermano José",

En esta casa reanuda su trabajo con gran actividad, no obstante el frío que en aquella época hacía allí. Era diciembre de 1936 y en una finca hecha expresamente para pasar el verano.

En el amplio comedor se quedaba todas las noches ante su mesa de trabajo y como de costumbre rodeado de libros. Metido en su gabán desafiaba el frío escribiendo hasta las primeras horas del amanecer en que abría el gran ventanal para ver la salida del sol, o en otras ocasiones, y a pesar de estar cada día menos ágil subía a lo alto de la Torre para verlo despertar allá lejos, sobre el horizonte del mar.

Gràcies al poema "Canción", podem experimentar l'emoció que sentia el poeta quan des de la torre de la vil·la albirava l’horta i el mar:

Valencia de finas torres

y suaves noches,

Valencia,

estaré contigo

cuando mirarte no pueda,

donde crece la arena del campo

y se aleja la mar de violeta.

Antonio Machado és el primer poeta que vaig admirar d’una forma incondicional, quan vaig començar a llegir-lo en plena adolescència. Els seus poemes a Guiomar me’ls sabia de memòria, així com alguns dels que va dedicar a Leonor, la seua esposa, que va morir molt jove i va ser soterrada al cementeri de Sòria, conegut com "el Espino".

A JOSÉ MARÍA PALACIO

Palacio, buen amigo,
¿está la primavera,
vistiendo ya las ramas de los chopos,
del río y los caminos? En la estepa,
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!
¿Tienen los viejos olmos,
algunas hojas nuevas?
Aún las acacias estarán desnudas,
y nevados los montes de las sierras.
¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,
allá en el cielo de Aragón, tan bella!
¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?
Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.
Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra...

Era un poeta profund, però que sabia expressar-se amb un vers clar. El que més impressiona de la seua poesia és l’extraordinària intensitat que assoleixen els seus versos, sense eixir mai d’una sobrietat i senzillesa molt pròpies del seu caràcter.

En el llibre de visites de l'exposició, vaig deixar constància de cap a on em portaven els meus pensaments en aquell moment tan especial:




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