Jo pertany a un generació que va estudiar
en castellà i va llegir els seus primers poemes en eixe idioma. Tot i que per a
mi escriure en valencià és tan natural com respirar, en un temps de sequera
creativa vaig trobar en el castellà una via d’eixida. Era com si totes les
meues lectures de poetes en castellà, que han sigut moltes i ben intenses al
llarg de la meua vida, m’empenyeren a retre’ls un homenatge escrivint en el seu
idioma. Quan intente escriure, hi ha un factor decisiu per a mi, que jo li dic
trobar el to. I en eixe moment el to m’exigia escriure en castellà. Si traduïa
els poemes al valencià, no em sonaven igual. En fi, faig aquesta introducció
perquè no us resulte estrany que, en un moment donat de la meua vida adulta,
haja escrit un poemari en castellà: es diu “Otras voces”, i me’l va publicar Ediciones
Vitruvio l’any 2010. L’altre poemari que tinc en castellà és “La quinta
soledad”, inèdit, escrit quan era un adolescent junt al meu amic Salvador
Calatayud.
En aquesta i altres entrades venidores, hi
inseriré uns quants poemes del llibre "Otras voces". El primer fa així:
REVELACIÓN
Desconoce las sombras, aún no sabe
que un día serán sus aliadas más
fieles.
Cuando abre los ojos
sólo ve destellos de luz, ignora
que otro mundo subyacente está
aguardándolo.
Se levanta y acomete el nuevo día,
sin malicia, pues se sabe inocente
y no teme sufrir ningún percance.
Esto hace que confíe en su suerte
y no presienta que detrás de la
apariencia
el tiempo oculta su conspiración paciente.
Pero es real esa taimada discordia
y delicadamente las horas remueven
un poco de la tierra que pisa,
algo
del cielo que sueña, aunque nadie
lo avisa.
Todos callan, porque saben que no
escucha
otras voces, hasta que de repente
un día
descubre una nueva verdad que no
intuía,
y después de hacerse algún
reproche
sigue adelante sin perder el
coraje
al creer todavía con alguna
certeza
en el cumplimiento de sus esperanzas.
Y sigue igual, año tras año,
descubriendo
nuevas verdades que antes le
habrían parecido
crueles
mentiras, y después vendrán otras verdades
que harán a las anteriores aún más
falsas.
Tendrá tiempo, pues, de conocer
que la vida guarda alguna
revelación
al final de una espiral de
reemplazos.
Una revelación que habita entre
las sombras
de un mundo que siendo real no se
sueña
ni se toca. Es como el poso que
queda
después de haber apurado todo el
vino.